*Durante el informe por sus cien días de gobierno, la presidenta de México envió así, un mensaje al presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump
*Respaldó sus palabras haciendo énfasis en su calidad moral y la honestidad que la caracterizan: “no se compran en la esquina”, dijo
/Verónica Castrejón Román
Ciudad de México, a 12 de enero de 2025.- El acento fue contundente, la emoción recalcó el tres veces “¡México!” con el que rubricó su discurso. Así, Claudia Sheinbaum Pardo, la presidenta de México, en su mensaje político dejó clara su postura ante los embates del ya muy próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump:” Nos coordinamos, colaboramos, ¡pero nunca nos subordinamos!”, dijo.
A esas palabras las respalda –hizo ver- “la autoridad moral y la honestidad que nos caracterizan”, las cuales, enfatizó, “no se compran en la esquina; se construyen con una sola mística: la de luchar por un México con justicia democracia y libertad”, declaró, ante un zócalo repleto de simpatizantes y una aceptación popular de más del 70 por ciento de los mexicanos.
Con la Plaza de la Constitución a reventar, en la que ondearon banderas con su nombre, en el informe de sus cien días de Gobierno, Claudia, la luchadora y activista estudiantil, la científica, la ama de casa, madre, abuela y comandanta de las Fuerzas Armadas de México, dijo a los mexicanos cuál es la propuesta de su gobierno ante el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá:
“Nuestra propuesta, incluso, ha sido no sólo América del Norte sino también buscar en lo sucesivo la integración económica de todo el continente americano convirtiéndolo en la región más poderosa del mundo; sin exclusiones, con prosperidad y con respeto a la libertad la Independencia y la soberanía de todos los pueblos y naciones”, para enfrentar con éxito la competencia que significa el avance económico de países asiáticos.
Recalcó que México es el socio principal de Estados Unidos, en donde Donald Trump asumirá el poder el próximo día 20, con la expectativa del cumplimiento o no, de su amenaza antiinmigrantes so pena del encarecimiento de los aranceles a las exportaciones mexicanas.
Sheinbaum Pardo ensalzó la labor de los hermanos migrantes, quienes, subrayó, no solo benefician a México con sus remesas -65 mil millones de dólares este año-, sino también a la economía estadounidense,” pues lo que envían a México es tan solo el 20% de lo que dejan allá en consumo, ahorro y en impuestos los trabajadores mexicanos”.
En su mensaje político, con valentía y aplomo recordó: “ha quedado claro, a estas alturas de la historia, que no es la corrupción, la triquiñuela, el odio, el clasismo, el racismo y el machismo -que son reminiscencias de la sociedad de castas de la colonia y del neoliberalismo- lo que produce libertad y democracia; todo lo contrario, señaló: eso ensucia y pervierte todo”.
No obstante, dijo estar convencida de que la relación entre México y Estados Unidos será buena y de respeto y que prevalecerá el diálogo; "nuestra visión es el humanismo mexicano, la fraternidad entre los pueblos y las naciones. Eso sí, siempre tendremos la frente en alto; México es un país libre, independiente y soberano", reiteró.
La presidenta de los mexicanos sostuvo que la paz y la prosperidad se construyen ampliando los derechos del pueblo y dando acceso a la justicia; “eso es la Cuarta Transformación y por ello hoy tenemos un México vivo, soberano, independiente, libre, democrático; cada vez más justo y con un pueblo alegre entusiasta y empoderado”.
Luego, hizo vibrar su voz cuando habló de lo que para ella significa gobernar este país: “servir al pueblo y a la patria es el mayor privilegio que podamos tener; tengan la certeza que estoy dedicada en cuerpo y alma al bien de nuestro pueblo y de la nación, en eso se nos va la vida misma”.
Y rubricó su discurso levantando el puño varias veces, “que vivan nuestros hermanos migrantes en Estados Unidos, que viva la Cuarta Transformación, que viva el pueblo de México, ¡que viva México, que viva México, que viva México!”, arengó.
