*Presenta Hugo Martín Medina su obra en la que recoge el sentir de muchas voces
*Señala la devastación por las fuerzas de la naturaleza y por la codicia que construyó una zona de desastre en Llano Largo
/Verónica CASTREJÓN ROMÁN
Acapulco; Guerrero, a 17 de noviembre de 2024.- “Otis, la catástrofe de Acapulco” es un libro escrito desde una visión de izquierda que documenta a muchas voces la tragedia sufrida en el puerto a causa de ese huracán que, con categoría 5, cimbró la vida de los acapulqueños para después dejar una “tranquilidad como de muerto”.
La frase final es de uno de los asistentes a la ceremonia de presentación del libro el pasado 8 de noviembre, en la que su autor, Hugo Martín Medina, expresó:
“Es un libro escrito a muchas voces, no es un texto de uno, es el texto de todos los acapulqueños. Escrito a varias voces, a muchos andares y muchas miradas. Recoge la experiencia propia y las de muchas familias que lo perdieron todo y que vivieron sus propias batallas contra la naturaleza porque, como dijo el papa francisco, Dios siempre perdona, el hombre a veces perdona, pero la naturaleza no perdona nunca”.
Pero el libro tuvo muchos adjetivos esa tarde en el Fuerte de San Diego; para la coordinadora general de la Zona Sur la UAGro y moderadora de la presentación, América Bautista Salgado, es una invitación para reflexionar sobre la infraestructura económica, social e individual, “porque ya no somos los mismos después de la devastación”.
Para la psicóloga Leticia Guerrero Cortés, es el retrato de una crisis humanitaria agravada por el crimen organizado; para el comunicador, Julio Zenón Flores, es un libro circular y de mucha utilidad para investigadores y periodistas, y para la investigadora del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados Ignacio Manuel Altamirano, Rosa María Gómez Saavedra, es una cronología fabulosa que documenta con palabras e imágenes la visión de un hombre de izquierda que quiere un México igualitario, ”sin desigualdad social ni genérica”.
Es esa visión, señaló la también maestra de la Universidad Autónoma de Guerrero, la que llevó a Hugo Martín Medina, a no solo documentar la desgracia ocasionada por la fuerza de la naturaleza convertida en vientos de más de 250 kilómetros por hora, sino también el despojo del que fueron víctimas ejidatarios de Llano Largo y el Acapulco Diamante, “en la que construyeron una zona de desastre”, como dijo el mismo autor, durante su intervención.
Y lo llevó también a cuestionar el nombre de la Avenida Costera Miguel Alemán, cuando el llamado cachorro de la Revolución fue uno de los principales depredadores de este destino turístico.
Otis, la catástrofe de Acapulco es también un libro que revela lugares poco conocidos del puerto, como la colonia Lucio Cabañas, comentó Julio Zenón, quien sostuvo que su lectura “nos reconcilia con andadores de la Jardín, Rena y la Zapata; pero el Rena profundo, allá donde vive la gente sin servicios y muy precariamente, como en el inframundo” y que ayuda a que no se olvide la tragedia del Otis. “Tiene enorme valor testimonial”, recalcó.
Rosa María Gómez Saavedra subrayó la capacidad del libro para llevar a la reflexión y a la toma de conciencia, como el hecho de que las mujeres son doblemente victimizadas ante tragedias como el Otis, por esa razón, dijo, ella lleva a cabo un trabajo testimonial de mujeres que sufrieron a causa de las desigualdades generadas por una cultura patriarcal.
El autor habló de la estructura de su obra y de la educación y la cultura para contrarrestar “la barbarie y la violencia irracional que nos ha rebasado a todos”, y manifestó su preocupación por la desaparición de los libros.
Hugo Martín Heredia detalló que “Otis, la catástrofe de Acapulco” está dividido en cuatro partes: en la primera relata en su voz la crónica de la noche del 24 a la madrugada del 25 de octubre del 2023, cuando sufrió en carne propia el embate del huracán.
La segunda parte la integran 17 entrevistas hechas a habitantes de diferentes colonias de Acapulco, y la tercera, titulada “Otras voces, otras miradas” compendia crónicas escritas por distintos autores, como los `periodistas Aurelio Peláez y Marlén Castro.
La cuarta se llama “los tres Acapulcos”, y habla de los Acapulcos turísticos, el Tradicional, el Dorado y el Diamante, pero agrega un cuarto: el de los olvidados del régimen; el del México profundo, el de los marginados; “Ese Acapulco del que casi nadie habla y que es el Acapulco de los más pobres entre los pobres, a los que yo les llamo los otros Jacintos Cenobios”, detalló el sociólogo, maestro de la UAGro.
Al final, mencionó al otro huracán, ese que llenó a Acapulco de agua y que terminó por darle el tiro de gracia, el John; “nos ha llovido sobre mojado a los guerrerenses, pero somos como las palmeras de la costa, nos doblamos, pero no nos quebramos y aquí estamos, celebrando el nacimiento de un nuevo hijo”, culminó.