*Faltan dirigentes
priistas con mano firme, pero sensibles a las necesidades del pueblo, dice
/Verónica CASTREJÓN ROMÁN
Fotos del archivo de Edith Hernández
Acapulco; Guerrero, a 5 de julio de 2024. Contundente, la priista
de corazón, Edith Hernández Felizardo, señala,
“tiene que haber un cambio total porque el PRI ya es un partido obsoleto”.
Y es que, de acuerdo con su
visión, los 70 años de vida y las ambiciones políticas y económicas de unos
cuantos desgastaron al Partido Revolucionario Institucional que recibió una
estocada fatal el pasado 2 de junio, al quedar reducido a la tercera fuerza
electoral del país, por debajo del Partido Acción Nacional (PAN).
La connotada excolaboradora de quienes fueran gobernadores de Guerrero, los dos Rubenes, Figueroa Figueroa y Figueroa Alcocer, revienta en contra del líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro (Alito) Moreno Cárdenas y lo acusa de ser uno de los propiciadores de la debacle de su partido.
Se pronuncia a favor de las reformas a los documentos básicos de ese instituto político cuyas fuerzas vivas analizarán en su XXIV Asamblea Nacional, el próximo domingo 7 de julio; rechaza la modificación de los estatutos para propiciar la reelección de las dirigencias y recalca un no terminante: “Alito debe irse; no debe haber reelección, nuestros estatutos lo prohíben”.
Además, critica la posición
número uno con la que su dirigente nacional obtuvo su reelección en el Senado
de la República, porque “eso lo hizo para seguir gozando del fuero, porque si
no, lo meten a la cárcel”.
Edith Hernández fungió como delegada de Prensa del gobierno estatal en Acapulco, en los tiempos en que su hermana, Bella Hernández Felizardo, fuera Jefa de Prensa del gobernador Rubén Figueroa Figueroa, allá por los años 70s, cuando ambas trabajaron como periodistas de tiempo completo.
Orgullosa de su despeño con ambos exmandatarios, como delegada de Prensa con Figueroa Figueroa y como jefa de Prensa de la campaña de Figueroa Alcocer y su colaboradora durante casi 20 años, considera que la descomposición del PRI inició cuando se convirtió en agencia de colocaciones y se olvidó de sus bases.
“Gracias a don Rubén Figueroa
Figueroa se construyeron Ciudad Renacimiento y la colonia Emiliano Zapata; él
le dio a la gente vivienda digna. Él decía -yo lo escuché decir- ¿cómo es
posible que ustedes tengan a las señoritas defecando al aire libre porque no
hay agua, y que se bañen al aire libre a jicarazos porque no hay agua?”.
El exgobernador analizaba, continuó, que no se les podía subir ni el carretón de la basura por lo intrincado de los cerros que habitaban y comentaba la necesidad de un lugar plano en donde pudieran vivir con la oportunidad de que se les pudiera llevar el agua a sus viviendas.
Y así fue, narra Edith Hernández, cómo, cuando ella fungía como jefa de Prensa del Fideicomiso Acapulco y estaba Guillermo Carrillo Arena, se decidió la fundación de Ciudad Renacimiento. Y comenta, “no sé si has visto un video que hicieron unos franceses que se llama El señor Gobernador, ahí sale mi hermana, Bella, que era su jefa de prensa. Y, ahí él estaba cotorreando; don Rubén tenía un humor muy especial, parecía un hijo de su madre, pero era bueno como el pan”.
(Youtube) Captura de pantalla de Rubén Figueroa Figueroa en el documental francés filmado en 1981 |
Y añade: que en una ocasión, sobrevolando Acapulco en helicóptero, al pasar por el área de turistas, uno de los acompañantes le dijo “ahí están sus amigos” y, comenta que Figueroa Figueroa reviró, “no, mis amigos están allá y señala allá en las montañas todas llenas de paracaidistas, y dice, esos son mis amigos y son a los que les tengo que ayudar”.
Eso y el control que logró de la
guerrilla “cuando Genaro Vázquez y que los amnistió y tranquilizó al estado,
luego de que se hubieran sufrido secuestros como el de Margarita Saad y no
había tranquilidad entre los empresarios, esa mística de ser vicio, se rompió”,
señala Edith y sostiene que esa falta de firmeza en los gobernantes del PRI fue
minando poco a poco la fortaleza del
partido.
Captura de pantalla del documental francés, "El señor gobernador", filmado en 1981 |
“Para mí, subrayó, Rubén Figueroa Figueroa ha sido si no el mejor, uno de los mejores gobernadores que han tenido Guerrero porque verdaderamente tenía espíritu social”.
Luego extiende su mirada muy
personal y generosa sobre los Figueroa y comenta que cuando lo de la masacre de
campesinos en el Vado de Aguas Blancas,
el exgobernador, Rubén Figueroa Alcocer se negó a pedir la renuncia a su
secretario general de Gobierno, Rubén Robles Hurtado y a los jefes policiacos,
“porque confió en que el presidente Zedillo,
lo apoyaría”.
Pero, comenta que Ernesto Zedillo no contestó su llamada para reportarle los hechos y que quien lo atendió fue el secretario de Gobernación Emilio Chuayffet. Lo de Aguas Blancas propició su salida, por culpa de lo que ella califica como una cadena de infortunados errores que culminaron con la matanza de 17 hombres de campo que protestaban contra la alcaldesa de Atoyac, María de la Luz Núñez Ramos.
Después, dice, poco a poco vino
el eclipse del PRI, las dirigencias se olvidaron de las bases y para tener una
diputación o cualquier cargo de elección popular o puesto en el gobierno, se
tenía que pagar.
Las dirigencias populares traicionaron al partido en el 2018 y ganó López Obrador, “aunque yo no las juzgo; cada quien ve por sus intereses y hombres y mujeres verdad lideresas hombres y mujeres, todos, todos ven por sus intereses y, estas elecciones ya no trabajaron a favor del PRI”.
Eso, más las traiciones entre los dirigentes, como el caso de Mario Moreno-Héctor -Astudillo-Manuel Añorve en estas elecciones del 2 de junio, fracturaron al Revolucionario Institucional en Guerrero y muchos priistas se fueron, como el mismo Mario Moreno y Héctor Astudillo, entre otros.
Hoy, advierte Edith Hernández, la reelección de Alito Moreno en la dirigencia nacional de PRI sería un preludio de la extinción del partido.