*El diálogo de sacerdotes con el crimen organizado, en
Guerrero, es una estrategia solitaria que amerita esfuerzos complementarios del
Estado para lograr la paz, como los de Colombia
*La UAGro entregará a más de 13 mil colombianos, preseas en
apoyo del acuerdo
“Finalización del conflicto y la construcción de la paz verdadera y duradera”
Verónica CASTREJÓN ROMÁN
Acapulco; Guerrero, a 29 de julio de 2024. La construcción de paz en México,
Colombia y, particularmente en Guerrero, requiere de una legislación que admita
la participación del clero en la solución de la violencia, la atención de las
víctimas y el fomento de una cultura de paz desde las aulas escolares.
Así lo dejó de manifiesto la conferencia de prensa vía zoom a
la que, para difundir detalles del 1er Encuentro
Internacional de
Procesos de Paz de América Latina y el Caribe, convocaron el pasado
24 de julio, la embajada de México en Colombia, la Universidad Autónoma de
Guerrero y el Centro de Derechos Humanos Minerva Bello.
Durante su intervención, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa,
José de Jesús González Hernández, se dijo reiteradamente dispuesto a aprender las
estrategias de paz realizadas en Colombia, en donde los sacerdotes han jugado
un papel importante en la construcción de la paz, con su trabajo a partir de la
atención a las víctimas de la violencia.
Mientras que el también director del Centro de Derechos de
las Víctimas de Violencia Minerva Bello, Filiberto Velázquez, recalcó el
intercambio que desde hace ya varios años realiza con Colombia la Conferencia del
Episcopado Mexicano para adoptar la metodología de construcción de paz que
llevan a cabo jesuitas, religiosos y ahora el Estado colombiano y que les ha resultado
exitosa, por lo que decidieron enlazarse en ese mismo esfuerzo con la
Universidad Autónoma de Guerrero.
En ese tenor, la embajadora de Colombia, Martha Patricia Ruiz,
y el director de la Cátedra para la Cultura de la Paz, César Augusto Pérez Gamboa,
hicieron hincapié en que los diálogos que en Guerrero llevan a cabo sacerdotes católicos
con integrantes del crimen organizado, es una estrategia aislada que no logrará
buenos resultados, a menos que el Estado participe con una respuesta
complementaria, lo mismo que el Congreso de la Unión.
En ese sentido, el sacerdote Filiberto Velázquez explicó que
aun cuando la problemática de violencia que se sufre en México es similar a la
de Colombia, existe una diferencia primordial consistente en que en ese país
sudamericano se ha legislado para la paz y se reconoce a académicos, obispos y
sacerdotes como actores dentro del proceso de pacificación.
“En México es lo que queremos con esta nueva administración,
con este nuevo Congreso y estos nuevos diputados y senadores, que también se
legisle para la paz”, pues solo así, abundó, podríamos ver en qué medida se
puede pues aprender de estas leyes que han permitido, en Colombia aspirar a la amnistía
dentro de la justicia restaurativa, la cual sería benéfica, ejemplificó con el caso
de un grupo de comisarios que en la Sierra de Guerrero se dedicaban a la
siembra de estupefacientes y que ahora “buscan otra forma de economía”, y están
dispuestos a cambiar sus cultivos ilícitos por otros, lícitos, lo que se pueden
lograr con el programa “Sembrando Vida”, aseveró.
Esas reformas legislativas y otras acciones complementarias
del Estado podrían fortalecer las acciones que desde hace un tiempo lleva a
cabo la iglesia católica mediante un proyecto global de pastoral social que incluye
el trabajo por la paz:
“Porque ya cansados
los pueblos, cansadas comunidades, cansadas las gentes de tanta muerte, ya no
se podía avanzar en nada por la muerte que estaba a flor de tierra y nos dimos
a la tarea de trabajar los cuatro obispos juntos para ser una luz”, argumentó
el obispo de Chilpancingo, quien manifestó su disposición a seguir la guía de
Colombia para no perder tiempo, dinero n i esfuerzo en el proceso de construcción
de paz.
Dijo que los obispos de Guerrero “en la iglesia lo hemos
predicado, de abrirnos; pero hace falta ir hacia los actores, todavía hay mucha
privacidad, se malinterpreta y hay resistencias para dialogar con el crimen
organizado”.
Por eso, dijo, están atentos a los procesos de paz de
Colombia, a fin de poder recibir asesoramiento para esos diálogos, “sobre todo
con el crimen organizado que está muy, muy dentro de toda la nación y en muchos
sectores; de verdad, no hay así libertad está todo como coludido”.
Y entonces, señaló, los diálogos se hacen muy privados y
hasta se malinterpretan de un lado o de otro, “por eso, reiteró, sí necesitamos
esos pasos que ha dado Colombia, que nos lo pudieran presentar y que México
pudiera también estudiar cómo implementarlos en todo México”.
“Hay algo de mayor dificultad que la misma guerra, y es la
cultura de la guerra y la violencia”, enfatizó el responsable de la Cátedra
para la Cultura de la Paz en México, instituida en la Universidad Autónoma de
Guerrero (UAGro) desde 2019.
César Augusto Pérez Gamboa anunció enseguida que la universidad
trabaja en fortalecer la formación de los jóvenes en los diferentes niveles de
educación media superior y superior mediante el reconocimiento de los elementos
de cultura que los lleven a reconocer la importancia de los territorios de paz.
“El problema de las violencias no son solo las violencias de
las armas también están la violencia de los conocimientos y hemos logrado pluralizar la construcción de la
paz, como la paz digital, la paz femenina, la étnica, la territorial, la paz
urbana, y hemos hecho alianzas internacionales en Iberoamérica pero sobre todo
comenzamos a hacer alianzas nacionales con 7 estrategias nacionales de construcción
de paz como la estrategia nacional de prevención de adicciones Juntos por la
Paz, que es un proyecto nacional de este sexenio, y Guerrero fue el referente
nación”.
En la Universidad Autónoma de Guerrero, informó, han avanzado en la posibilidad de
visionar la educación desde y para las víctimas como un elemento central; y “estamos
tratando de avanzar también en fortalecer los momentos pedagógicos en las
instituciones, porque los gobiernos tienen que tener claridad de que la paz
necesita avanzar sobre las causas de las violencias”.
Así, anunció que a partir del próximo año, la UAGro instituirá
en todas las licenciaturas una asignatura sobre cultura de paz y procesos de construcción de paz; de esa forma,
dijo, en Economía llevarán “Economía Social y Solidaria”; la facultad de Ciencias
de Datos en la Información, trabajará la “Construcción de Paz Digital”, que
tiene que ver con la inteligencia artificial y la necesidad del respeto de los
derechos humanos.
En Ingeniería cursarán
“Ingenierías para la Paz y la Justicia Social”, ya que, dijo, “sin justicia
social no habría paz”.
Esos elementos, aseveró, permitirán cátedras de formación
general y de formación particular, las cuales iniciarán con el lanzamiento de “Ciencias
para la Paz”, un trabajo que desarrollará la UAGro con el Consejo Estatal de Ciencia
Tecnología e Innovación, “pues la construcción de la paz necesita formación de
contenidos y seres humanos transformadores y transformados”.
El 1er Encuentro Internacional de Procesos de Paz de América
Latina y el Caribe
Este 1er Encuentro Internacional tiene como objetivo el
intercambio de estrategias para la construcción de la paz en los países hermanos,
Colombia y México, en donde Colombia pretende instituir el Programa de Universidades
Territoriales que en México dan oportunidad a miles de jóvenes de continuar sus
estudios en sus propias comunidades, para evitar así que se integren a actividades
ilícitas, y México retomará de Colombia sus programas de atención a víctimas y las
reformas legislativas que permitan la paz restaurativa.
En el evento que se realizará, este miércoles 31 se julio, en
Colombia, la UAGro entregará en 8 encuentros regionales de ese país, reconocimientos
y la Medalla para la Paz- Universidad Autónoma de Guerrero, “similar al Nóbel
de la Paz”, a 13 mil 598 hombres y mujeres que firmaron acuerdos de paz de dos
históricos procesos de paz de Colombia:
El Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la
Construcción de una Paz Estable y Duradera entre el Gobierno Nacional y las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP), y el
Acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional de Colombia y el Movimiento 19 de Abril
(M-19).
Y, además, en una segunda fase del programa, la UAGro
ofrecerá oportunidades educativas, desde preparatoria hasta licenciaturas y postgrados
a las personas reconocidas por su mérito por la paz, en la estrategia que se
llama “Educación para y en la paz”.
Durante su intervención en la conferencia de prensa a distancia,
la embajadora de México en Colombia manifestó que “es muy difícil construir la
paz únicamente con los diálogos, porque los diálogos son frágiles; por eso es
que queremos fortalecer la imagen de las personas que sí firmaron la paz, que
sí se quieren reintegrar, que sí quieren hacer el esfuerzo por estar en la
sociedad colombiana trabajando de manera pacífica en la transformación de su
país”.
Y recalcó que el respaldo internacional que México le va a
otorgar a los firmantes de paz va a
darle certidumbre a la gente que está sentada en los diálogos, pese a que en Colombia,
a la fecha van 428 personas firmantes de paz asesinadas por persecución política
o por integrantes de grupos que se oponen a la pacificación de su país.