*Los obispos de Guerrero piden a las autoridades justicia y el esclarecimiento de los hechos
Acapulco; Guerrero, a 5
de mayo de 2004. Los
obispos de Guerrero rechazan todo acto de violencia contra la dignidad, los derechos
y la vida del obispo emérito de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza,
piden justicia y el esclarecimiento de los hechos a los
diferentes niveles de gobierno y a las autoridades de procuración de justicia, a fin de que se proceda conforme a derecho.
En un comunicado emitido por la Provincia Eclesiástica de
Acapulco, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, y los obispos
José de Jesús González Hernández, con jurisdicción en Chilpancingo-Chilapa;
Joel Ocampo Gorostieta, en Ciudad Altamirano;
y Dagoberto Sosa Arriaga, en Tlapa, reconocen el compromiso y entrega de
monseñor Salvador Rangel “para
no dejar indefensas a las comunidades de su diócesis ante las violencias,
corriendo riesgos y peligros que sólo él y Dios conocen”.
Así mismo, manifiestan su cercanía solidaria con las actividades que en ese sentido ha realizado el obispo emérito.
Agradecen también la solidaridad de instituciones y
personas manifestada en oraciones, información, cuidado médico y procedimientos
legales en torno a la violencia sufrida en días pasados por el prelado en
Cuernavaca, por cuya dignidad humana, la Conferencia del Episcopado Mexicano
(CEM) pidió no hacer conjeturas.
Y se solidarizan con las familias que han sido víctimas
de la inseguridad y de todo tipo de violencia.