*Solo una escuela pública reinició actividades este
martes, en la zona urbana del puerto
/Verónica CASTREJÓN
ROMÁN
Acapulco; Guerrero, 22 de
noviembre de 2023. El secretario general de la Sección XIV del SNTE,
Silvano Palacios Salgado, sostuvo que es el 90 por ciento de las escuelas de Acapulco
y Coyuca, las que sufrieron daños considerables por el golpetazo del huracán
OTIS, y no el 40 por ciento que reporta el censo secretario de Educación de
Guerrero, Marcial Rodríguez Saldaña, por lo que el regreso a clases solo podrá realizarse
cuando las dependencias responsables rehabiliten la infraestructura física de
los inmuebles y los doten de las condiciones mínimas necesarias para la labor
docente.
Este martes solo regresaron a clases en la zona urbana de Acapulco, las escuelas particulares, Colegio Zumárraga y La Salle, y solo una pública; la primaria Adolfo López Mateos, las demás que reiniciaron labores a instancias de la autoridad educativa; 106 señala el boletín de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), laboran en el área semiurbana y rural y sufrieron daños menores.
El líder sindical argumentó reiteradamente
que el magisterio no se niega a cumplir con su trabajo, pero que la situación
de daño de las escuelas va más allá de la suciedad y el lodo en el que se
encuentran inmersas la mayoría de ellas, “no tienen energía eléctrica, no hay
agua, no hay internet, están llenas de basura y escombros pesados y hay focos
infecciosos de desechos y desperdicio por toda la ciudad”, detalló.
De tal suerte, dijo, que el llamado de la SEG a regresar a clases solo podrá ser escuchado cuando la Secretaría de Educación Pública, la de Salud, la Secretaría de Desarrollo Urbano, Territorial y Agrario (SEDATU) y Protección Civil generen una estrategia eficaz, primero, para el retiro de los escombros que requiere de maquinaria pesada; el levantamiento de la basura orgánica que se ha convertido en un grave riesgo para la salud y se realice un estudio técnico en las escuelas que garantice el bienestar de niñas, niños y adolescentes durante su regreso a clases.
Palacios Salgado criticó al gobierno del estado
y al federal porque se han dedicado a hacer visitas a las escuelas, “pero no
vemos organización para hacer las reparaciones necesarias en los centros de
trabajo”.
Además, agregó, muchos estudiantes perdieron sus casas y están impedidos para enviar a sus niños a la escuela que en el trayecto deben atravesar cerros de basura y muchos de esos focos de infección están cerca de las instituciones educativas por lo que celebró enseguida que el llamado de la Secretaría de Educación advierte que solo regresarán a sus actividades los centros de trabajo que estén en condiciones de hacerlo y que no presenten riesgos para la población escolar, “y la mayoría no tiene condiciones para hacerlo”, reiteró.
“Yo hago un llamado a Protección
Civil para que emita un dictamen técnico de la situación de la infraestructura
física de las escuelas, y que la SEG resuelva el retiro de escombros y basura
porque a los docentes no les corresponde hacer esa talacha, además de que aún
están ocupados tratando de levantar sus casas o de conseguir despensas para
resolver sus necesidades básicas”, conminó el secretario de la Sección XIV del
Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE).
Pidió también la empatía y solidaridad de algunos directores de escuelas y supervisores de zona que exigen la presencia de maestros y personal administrativo, “sin tomar en consideración que ellos vivan en Acapulco y trabajen en alguna comunidad.
Dicha exigencia, sostuvo Silvano
Palacios, es una amenaza implícita, pues se entiende que si no se presentan a
sus centros de trabajo serán sujetos de descuentos y actas administrativas, “deben
comprender el trance por el que se atraviesa”, recomendó.
LOS DAÑOS
En entrevista telefónica, el
secretario de Educación, Marcial Rodríguez Saldaña, informó que el censo que
realiza el Instituto Guerrerense de Infraestructura Educativa (IGIFE) divide el
maltrato que el OTIS infligió a los centros educativos en tres niveles: con
daño menor, daño mediano y daño grave.
“Hasta el momento, de las 650
escuelas que tenemos con reporte de daño, hemos censado a 510, y el daño mayor
que hemos detectado se refiere a techos destruidos, árboles gruesos caídos, canchas
techadas destruidas y poco mobiliario dañado”.
Sin mencionar que en la zona
urbana de Acapulco solo reanudó clases este martes 21 de noviembre una sola
escuela, sostuvo que muchas escuelas, “muchas”, repitió, habían regresado a clases,
y, más tarde, en un boletín, informó que 106 escuelas habían hecho eco a su llamado
de reiniciar las actividades educativas.
Las 106 escuelas que ya funcionan, algunas de las cuales reiniciaron
clases desde antes de su llamado, se localizan en lugares como Xaltianguis, La
Calera, Las Marías, La Sierrita, el Kilómetro 45, y el 30.
De hecho, la gira de supervisión que Marcial Rodríguez Saldaña realizó este martes acompañando a la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, la hizo en 10 escuelas localizadas en el Kilómetro 30, el 45 y Xaltianguis.
En la Universidad Tecnológica de Acapulco,
la funcionaria federal declaró que no se obligará a nadie a regresar a clases,
toda vez que está consciente de que hay centros de trabajo cuyos daños
representan riesgos para la comunidad escolar.
Sostuvo que será “flexibles” y que el regreso se dará poco a poco, pues también es importante para las niñas y niños convivir con sus pares después de la tragedia que les significó el huracán.
“Fuimos a abrazarlos y a mostrar
nuestra solidaridad con los damnificados”, dijo por último a través del teléfono
el secretario de Educación de Guerrero.
LO QUE NO SE DICE
Un directivo de los Servicios
Educativos de Acapulco, cuya identidad pidió que no fuera revelada, ratificó lo
dicho por el secretario general de la Sección XIV del SNTE, Silvano Palacios
Salgado, en el sentido de que no es el 40 por ciento de las escuelas las que
presentan daños que, por sud dimensiones, impiden el regreso a clases:
“En las escuelas también hubo saqueos;
se llevaron aparatos de aire acondicionado, equipos de cómputo, televisiones,
aluminio y hasta muebles”; pero eso no es todo, agregó, muchas escuelas no
tienen puertas, se quebraron las ventanas, volaron los tinacos, se derrumbaron
las bardas los techumbres; n o tienen energía eléctrica ni agua, y sin agua no
se puede limpiar ni trabajar.
Todo eso tendrá que se atendido por el Programa “La Escuela es Nuestra”; pero no solo con becas para estudiantes como anunció la secretaria de Educación; se requerirán muchos millones de pesos para la rehabilitación de los inmuebles y hasta que eso se atienda será que se pueda regresar.
UN BOTONES DE MUESTRA
El profesor Carlos Salazar, director
de la escuela secundaria general Bicentenario de la Independencia de México, sita
en Llano Largo, reportó a las autoridades educativas que el 80 por ciento de la
infraestructura física de esa escuela “está destruida”, y pregunta el
procedimiento a seguir, a fin de que se haga un levantamiento y tanto Protección
Civil como el IGIFE emitan un dictamen que le permita saber si será posible
rehabilitar su escuela.
En cambio, el maestro Fernando Salmerón Ballinas, director de la primaria Amado Nervo, situada en Xaltianguis, comentó que los daños ahí fueron mínimos, por lo que regresaron a clases desde antes del llamado de las autoridades educativas.
El huracán, comentó, solo les
arrancó un pedazo de lámina del techo y rompió algunos vidrios.
Su urgencia mayor, dijo, vía
telefónica, es la carencia de agua pues también se destruyó su tinaco y la bomba
de gasolina fue a dar, empujada por el viento, hasta el río y no tienen forma
de llenar el tinaco, lo que impide el uso de los baños.
La asistencia de los niños tampoco es completa, pues de un total de 47 alumnos, solo han regresado 19, “los demás lo harán poco, pues hay padres de familia que aunque perdieron sus casas, también se han animado a enviar a sus niños a continuar con sus estudios; el regreso será poco a poco”, consideró.