*Alrededor de 500 personas marcharon por la
Costera y la bloquearon durante cuatro horas
*Denuncian crisis forense y carencia de un
protocolo de búsqueda de personas desaparecidas
*Las cifras van a la alta, aseguraron
/Verónica CASTREJÓN ROMÁN
Acapulco; Guerrero, a 31 de agosto de 2023. “Queremos rayarnos con
la gobernadora, como dice el presidente”, soltó en la cara del subsecretario de Asuntos Políticos del
Ayuntamiento, Marcelino Miranda Añorve, la integrante del colectivo Familias de
Acapulco en busca de sus Desaparecidos, Elba Janet Galeana Campos, durante
el bloqueo de la Costera con el que por más
de cuatro horas, culminó la marcha conmemorativa del Día Internacional de las
Víctimas de Desapariciones Forzadas en el puerto.
Y también le dijo: “No somos Yuri
ni Belinda, pero somos familias en busca de nuestros desaparecidos y por eso
queremos que la presidenta, Abelina, nos
atienda”.
Eran ya más de las 6:00 de la
tarde cuando el funcionario municipal se apersonó en el bloqueo que los
colectivos de personas que buscan a sus desaparecidos hicieron en la
Costera Miguel Alemán, en ambos
sentidos, ante el disgusto y desesperación de cientos de automovilistas que no
en pocas ocasiones demostraron su rechazo a una manifestación que no es
consecuencia más que del dolor y la frustración propiciada por el vacío y los
oídos sordos de las autoridades.
Así lo manifestó Emma Mora
Liberato, presidenta de la organización mencionada en el primer párrafo y quien
dijo que ellos, las víctimas indirectas de esa desgracia, son también víctimas
del Estado, pues a la falta de sus seres queridos se suma la omisión de las
autoridades que las revictimiza cuando les entrega los cuerpos de sus familiares después de haberlos localizado en fosas clandestinas y mantenerlos en
el Servicio Médico Forense (SEMEFO)
durante tres o cuatro años; “eso es mucho dolor”.
“A mi hijo lo busco desde hace doce años, y yo espero en Dios, de verdad, que no al rato nos vayan a salir conque estaba en SEMEFO porque de verdad es horrible ver cómo están los cuerpos”, elucubró.
Por eso, dijo, exigen también que se vuelva a integrar el Grupo de Búsqueda Inmediata que con la Fiscalía les dio buenos resultados. Dicho grupo actúa en cuanto les avisan de la desaparición de una persona o cuando hay alerta de una posible fosa clandestina; "cuando es eso, vamos con la Fiscalía, nunca vamos solos", detalló.
“No existe una política pública para atender las desapariciones; ninguna
alerta va a funcionar y aquí lo que necesitamos es unirnos todos: sociedad,
iglesia, academia; todos los sectores sociales porque si no, esto no va a
acabar; puede haber mil protocolos, Alerta Amber, Alba,Violeta, si no las
atienden con un protocolo de búsqueda nada solucionarán”, advirtió.
Tan no existe un protocolo,
ejemplificó, “que las familias, nosotros, no deberíamos de
andar con un pico, una pala y la varilla buscando a nuestros hijos, a nuestros
familiares; eso lo tiene que hacer el Estado”,
se quejó, luego de lamentar que esto ha sido así durante los últimos tres
sexenios.
Al filo de las 4:30 de la tarde emprendieron la marcha conmemorativa
hasta la fuente de La Diana, en donde iniciaron un bloqueo en ambos sentidos de
la circulación de la Costera, por un tiempo que se prolongó cuatro horas, debido a la falta de
respuesta de la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda y de la alcaldesa, Abelina
López Rodríguez.
Una frase recorrió la marcha, una frase que se repite, pero que nadie
escucha, “porque se ha naturalizado este problema, ya le gente ni se cuida, no
toma medidas preventivas”, comentó Emma Mora Liberato, “nos dicen palabras feas
cuando marchamos, nos avientan los vehículos, nos amagan, no entienden porque
no les ha pasado y ojalá nunca les pase”, dice y cuando menciona a su hijo,
desparecido a los 14, hace ya 12 años, los ojos se le llenan de lágrimas.
Cuestionada al respecto, Emma Mora informó que las cifras oficiales de la
Comisión Nacional de Búsqueda, consultada hacía apenas dos horas, contabiliza 2
mil 386 personas en Guerrero y 900 en Acapulco desde 1962 a la fecha; sin
embargo, dijo, los colectivos tiene otros datos; solo en la asociación que ella
dirige, hay 523 familias y algunas de ellas tienen más de una persona
desaparecida, “imagínate tú, nada más el colectivo de Acapulco tendría la cifra
que está manejando la CNB”, comparó.
A lo largo de la marcha, voces de aquí y de allá gritaban el nombre de un familiar desaparecido, y a coro los demás, la mayoría mujeres, como casi siempre, contestaban a voz en cuello, “¡presente en el contingente!”. Las consignas, también las mismas,
los participantes, cada vez menos; “tienen miedo”, los excusó Emma Mora, y las
desapariciones, cada vez más: 195 hombres y mujeres que tiene en su registro
tan solo su agrupación en Acapulco y para cuya localización exigen la
participación efectiva de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Después de más de una hora de negociación con el subsecretario de Asuntos Políticos y Religiosos del Ayuntamiento, Marcelino Miranda Añorve, los representantes de los diferentes colectivos que marcharon y reclamaron la acción de las autoridades y denunciaron su omisión, lograron concretar la cita este jueves con la presidenta municipal a las 9:00 de la mañana en el Ayuntamiento para obtener su compromiso firmado para la construcción del antimonumento en conmemoración de los desaparecidos, "para preservar su memoria".
Pedirán también la construcción
de un Centro de Identificación Forense en Guerrero, “nosotros como asociación,
desde 2016 tenemos localizados con vida más de 350 personas y se han entregado
67 cuerpos a igual número de familias; pero tenemos todavía más de 350 cuerpos que se han localizado en
fosas clandestinas que desconocemos su identidad forense”, por eso, dijo la
presidenta de la asociación Familias de Acapulco en busca de sus Desaparecidos,
se hace necesaria esa edificación.
No fue nada fácil para Marcelino
Miranda Añorve negociar el levantamiento del bloqueo que durante poco más de
cuatro horas (hasta las nueve de la noche) realizaron los colectivos que buscan a sus familiares ausentes, porque simple y llanamente, desaparecieron-.
Amable, paciente, con voz pausada
ofreció la presencia de cuanto funcionario de primer o segundo nivel se le
venía en mente y dejar de lado al cien por ciento su propia agenda.
Fue en vano, lo que los activistas
pedían, no era más que el cumplimiento de un derecho: ser escuchados y
atendidos por su gobernadora y su presidenta municipal, “pero los desaparecidos
no están en su agenda”, le espetaron; y al mínimo resquicio de impaciencia, no
faltaba un “llevamos once años esperando a nuestros seres queridos”.
Y si la justificación ante la falta de respuesta de la alcaldesa y la gobernadora, era que había otros funcionarios en quienes se delegan responsabilidades, el reclamo mayúsculo fue contundente: “si fuera hijo de político, mire –y tronaba los dedos una de las manifestantes- así de rápido los helicópteros; peeero, ¡si es hijo de pobre!
Enseguida una cadena: “mi
desaparecido era hijo de campesino; mi esposo era panadero, mi hermano taxista,
mi primo vendía en el mercado”, y así por el estilo se fue retratando la escala
social de los desaparecidos, aunque al principio de la marcha, Emma Mora
comentó que lo mismo empresarios que académicos, médicos, enfermeras, “en todos
los sectores hay personas que desaparecieron sin dejar huella”.
La negociación se enfriaba y
acaloraba de a momentos con comentarios como este. “¿Usted sabe cuánta gente
venimos cargando atrás?, ¿cuánto dolor?; que venga Abelina, ya estanos
cansados, esa es la única solución y que se haga el compromiso con la gobernadora
o no nos vamos”.
Enseguida el subsecretario de Asuntos
Políticos del Ayuntamiento reviraba con un “ustedes comprendan, apóyenme”, que
los que protestaban ahogaban con un grito que parecía colérico o un sollozo venido de muy dentro: “¡Porque vivos se los llevaron,
vivos los queremos!”.
A las nueve de la noche, tres horas después de que la alcaldesa aceptó reunirse con ellos en el Ayuntamiento, llegó el compromiso de la gobernadora para recibirlos el martes próximo en una mesa de trabajo interdisciplinaria en donde le plantearán las necesidades de todos los colectivos que en Acapulco y en todo Guerrero, buscan a sus desaparecidos.
Mientras, al fondo, desde un megáfono se escuchaba: "Si la sociedad se uniera, se uniera como debiera, temblarían los poderosos desde el cielo hasta la tierra".
No piden castigo para nadie, solo saber qué fue de sus familiares; de ser posible, volverlos a ver, y si no, rescatar sus cuerpos para poder llevar flores a su sepultura.