*Llevará ante la ONU propuestas y peticiones de las mujeres
guerrerenses.
*El triunfo de Ebrard está en
manos de las mujeres: Abelina López, alcaldesa de Acapulco.
Verónica CASTREJÓN
ROMÁN
Fotos Verónica
Castrejón Román
21 de julio de 2022. Acalorado,
jocoso, empático; apretujado por una multitud, el canciller y posible candidato
de Morena a la presidencia de la República,
Marcelo Ebrard, acudió al Primer
Foro de Mujeres “Por una Vida Digna” y mostró con creces su vena feminista. Se
las echó a la bolsa, pues. Tanto así, que la alcaldesa, Abelina López
Rodríguez, no tuvo empacho en decir que el triunfo de Ebrard “está en nuestras
manos porque representamos el 51 por ciento a nivel nacional”.
El salón de Fiestas La Cartuja,
propiedad del exdiputado federal por Movimiento Ciudadano, Víctor Jorrín Lozano
estaba a reventar: 500 gargantas femeninas se desgañitaban cuando el canciller,
chapeteado por el calorón que atosiga al puerto, hizo su arribo y el “¡Marcelo
presidente!” no se hizo esperar.
Acompañado por el exalcalde de
Acapulco, Luis Walton Aburto y la ya mencionada presidenta municipal de este
puerto, Ebrard agradeció la presencia del que pretendiera la candidatura por
Morena para la gubernatura de Guerrero en la pasada contienda electoral, y la
sala retumbó: “¡Walton, Walton, Walton!”, entusiasmo que no se notó cuando tocó
el turno de Abelina.
Marcelo Ebrard llegó al foro a
las 5 y media de la tarde, cuando ya habían presentado sus ponencias las cinco
participantes, dos de las cuales recalcaron el trabajo a favor de las mujeres
que Marcelo Ebrard ha realizado a lo largo de su carrera en la función pública.
“Me enorgullece que reciban ahora
a un aliado de las mujeres, dijo la senadora, Martha Lucía Micher Camarena,
quien al término de su ponencia enumeró las acciones positivas llevadas a cabo
por Ebrard Casaubón cuando fue jefe de gobierno en la Ciudad de México:
“Fue el
primero en tener un presupuesto para la atención de las mujeres” y agregó que instituyó el Transporte Segura con
camiones color de rosa, solo para mujeres, a fin de que las féminas viajaran
tranquilas, “sin temor a ser manoseadas”.
Fue el primero también, sostuvo
la senadora morenista, en tener un programa para prevenir y atender el cáncer
de mama y durante su mandato, el Distrito Federal, hoy Ciudad de México, se
convirtió en el primero en legalizar el aborto, en apoyo de las mujeres.
Las ponentes participaron en
medio de gritos y conversaciones ruidosas, en las que participó activamente una
diputada local por Morena, quien ostentosa llevaba a su fotógrafa personal con
un chaleco con su nombre escrito con letras grandes en la espalda: Mariana
García Guillén.
En el evento, fue la Oficial
Nacional de Género del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en
México, María del Sol Sánchez Rabadán, quien acabó de sembrar en el imaginario
colectivo la figura feminista de Marcelo Ebrard y su interés por ayudar a las
mujeres:
El PNUD, en coordinación con la Secretaría de
Relaciones exteriores de México, cuyo titular es Marcelo Ebrard, lanzó una
iniciativa: “Cero violencia política hacia las mujeres” que busca la
igualdad sustantiva. Ello es posible, dijo, la internacionalista María del Sol
Sánchez Rabadán, gracias a una política exterior feminista que “mediante alianzas entre gobierno,
sociedad civil y organismos internacionales intenta lograr la igualdad de
Género y el empoderamiento de las mujeres”.
La iniciativa se echa a andar desde la perspectiva de “no más
proyectos desde los escritorios, porque ahora se trata de escuchar para
detectar las necesidades reales”.
Y así lo ratificó el funcionario
federal, luego de pedir a las asistentes al foro anotar en un papel los tres
problemas más importantes para las mujeres guerrerenses y si estaban dispuestas
a apoyar para su solución: “Me anotan su teléfono, dijo, no es personal; no las
voy a invitar a cenar”.
“¡Entonces no!”, le contestaron.
Después de las risas, decenas de
mujeres externaron no sólo en el papel sus preocupaciones, sino también de viva
voz: La violencia, la inseguridad, la falta de empleo. La discriminación, la
violencia de género, la burocracia discriminadora. La falta de Salud y
medicinas para curarse. Muchas, muchas, mujeres se formaron bien puestas para
responderle.
“De eso se trata, les dijo, de
escucharlas; me importa mucho que lo anoten porque pronto volveré con ustedes
para decirles qué cosa se logró de lo que propusimos y luego entonces qué
acciones vamos a realizar todas y todos para que esto se convierta en una
realidad”.
Enseguida se comprometió: “Yo
tengo que ir a la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre; ese
día hablaré en nombre de México y llevaré lo que ustedes me digan. Entregaré
ese documento con sus inquietudes y propuestas”.
“¡Presidente, presidente,
presidente, Marcelo presidente!” las gargantas a coro.
Ahí había mujeres de varias
denominaciones y simpatías políticas, pero llamaba la atención el gran número
de destacadas priistas, como la figueroísta Edith Hernández Felizardo, quien le
pidió a Ebrard, “porque usted será nuestro presidente”, ayudar a las amas de
casa y bajar los costos de la canasta básica. Estaban ahí también la ex
regidora priista, Lilia Maldonado; Elizabeth Maldonado y otras, cuyos nombres
escapan a la memoria.