* El mar podría cubrir las franjas de arena de Acapulco y de varias ciudades de México y del mundo a finales de siglo o antes, como consecuencia de la erosión costera
Papillón Rumbo
La creación del Instituto Estatal de Energía y Cambio Climático, la protección de la franja costera y la utilización de bioelementos, son las políticas y acciones prioritarias de los gobiernos para evitar que el incremento del nivel del mar desaparezca las playas como precisó con su nueva herramienta la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), declaró el oceanólogo Efrén García Villalvazo.
Según los científicos, el mar podría cubrir las franjas de arena de Acapulco y de varias ciudades de México y del mundo a finales de siglo o antes, como consecuencia de la erosión costera, ya que en tan solo 30 años en promedio el agua avanzará de entre dos y 10 metros en los distintos lugares.
García Villalvazo expuso que los efectos de las altas temperaturas no son nuevos y han sido difundidos desde 1980, pero que ahora los instrumentos, filtros y satélites ofrecen una alta medición en los tiempos, milímetros y territorios que experimentarán sus consecuencias para buscar respuestas al problema que adelanta.
“Van décadas de hablar de los efectos del calentamiento global, dieron pie a la agenda del Desarrollo Sostenible, todavía es el momento de prevenir lo que sucederá en la zona costera, no es algo que la municipalidad pueda resolver pero es el primer respondiente, son la Federación y el estado quienes deben planear para no improvisar dentro poco porque esto se está acelerando”, recomendó.
Indicó que el Instituto Estatal de Energía y Cambio Climático es un organismo que tendría que estar operando desde hace tiempo con personalidad jurídica y patrimonio propio, sectorizado a la Secretaría del Medio Ambiente, para promover el fortalecimiento de capacidades institucionales, empresariales y cívicas en función de enfrentar los fenómenos.
Efrén García consideró que aunque toca al gobierno del estado integrar este observatorio de modificaciones en los ecosistemas, de análisis de información histórica, de recopilación de datos y del uso de sensores de temperatura, pero que tendrían que pertenecer a él, las Ongs y sociedad civil.
El también coordinador técnico de la Asociación Pro Defensa y Conservación de la isla de La Roqueta dijo que la transgresión y la regresión del mar es una actividad antigua, pero que antes no había construcciones que defender en la zona federal.
Efrén García Villalvazo alertó que la violencia y la frecuencia de las tormentas aumentó y está recorriendo la altura del agua, cerca de la cual se encuentran establecidos hoteles, negocios y desarrollos muy importantes del puerto que deben empezar a resguardarse y modificarse sin esperar a que suceda el impacto.
“La mayor parte de la área turística de Acapulco se va a ver afectada, el cerrito de la Condesa y del hotel Fiesta Americana son los únicos que no se verían comprometidos a corto plazo, porque están en la parte más alta, pero hay edificaciones donde no debería”, precisó.
El activista aseguró que pasar del uso del petróleo, combustibles y plásticos a opciones amigables con la naturaleza ayudaría a mitigar estos efectos, pero que es difícil que el sistema económico y los hábitos de consumo se reformen ya que no hay cultura de prevención.
“Los carros se pueden convertir a la energía eléctrica generada por turbinas no por quema de combustolio, nos hace falta desarrollar celdas solares y bioplásticos de acuerdo a cada región y que cada empresa empaque con este material que se pudre y fertiliza la tierra, aquí a base de coco, en Oaxaca con maguey y en veracruz con de plátano”, sugirió.
