* Propone la creación de una Secretaría de Estado para atenderlas
* Presentaron los Manuales “Artesanos de Paz”.
VERÓNICA CASTREJÓN ROMÁN
Acapulco, 7 de julio de 2021. “La violencia sigue imparable; las víctimas se multiplican con todas sus necesidades y el Estado no les da el lugar que les corresponde en la agenda pública”, denunció el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza, durante la presentación de los manuales de compañamiento a víctimas de la violencia, “Artesanos de Paz”, elaborados por la iglesia católica.
En el evento celebrado en uno de los atrios de la catedral de Cristo Rey, el presbítero agregó: “Las víctimas representan una gran herida social abierta y dolorosa; una herida nacional tan grave que va a detener el proceso de desarrollo, de democracia y de avance del país”; una herida que para sanarla ameritaría la creación de una Secretaría de Estado con recursos económicos suficientes y con personal capacitado.
Y enseguida, el presbítero endureció el señalamiento: Acusó al Estado de no responder de manera proporcional a las necesidades de las víctimas y de responder con una simulación: “¿Qué hacer con una Comisión de Atención a Víctimas que tiene seis personas, en un estado en el que las víctimas se cuentan por miles?”.
Mendoza Zaragoza puso como ejemplo a los desaparecidos y recalcó que encontrarlos es responsabilidad del Estado, “y no lo está haciendo; en algún lugar hasta les repartieron palas a sus familiares y les están dejando esa tarea, y eso no se vale”, reclamó.
Es ahí, recalcó, donde se necesitan recursos suficientes y necesarios para aclarar los casos y para los procesos de justicia; “por eso creo que se necesitan mecanismos de justicia transicional para atender esa herida; pero el gobierno no se anima a dar ese paso, de tal forma que podamos avanzar”.
“El Estado tiene que tener sus propias capacidades para no revictimizar a las víctimas y además, para acompañarlas en los procesos de sanación y en los jurídicos; pero ahí hay un gran vacío; las Comisiones de Víctimas no tienen el impacto que debieran tener con los mismos recursos del Estado que bien haría en simplemente, estar a la altura, respondiendo a las obligaciones que la legislación establece”.
Jesús Mendoza Zaragoza hoy es auxiliar del Programa de Atención a Víctimas de la Violencia (PAVV) que lleva a cabo la iglesia católica en Acapulco y las dos costas de Guerrero, con el apoyo de la agencia internacional humanitaria Catholic Relief Service (CRS).
Explicó que la Comisión de Atención a Víctimas es insuficiente para el grado de descomposición y sufrimiento que hay en la gente, y sugirió que en todo caso, dicha institución debería contar con las capacidades necesarias para todo lo que las víctimas necesitan; “para su rehabilitación, hacer justicia, para la búsqueda de la verdad y para la reparación del daño, dijo; todo eso está pendiente”.
La iglesia por su parte, informó, ha atendido a 4 mil personas afectadas por la crisis de violencia e inseguridad, a lo largo de diez años de la aplicación del PAVV que es un proyecto elaborado con los más altos estándares de planeación en construcción de paz –como lo calificó en el evento la consultora de Cáritas, Jean Mendieta.
La Consultora en Construcción de Paz advirtió que si se quiere lograr la paz en México, se tiene que empezar por atender a las víctimas, porque ponerlas en el centro, es no solo un imperativo ético y moral, sino estratégico para la construcción de paz, pues en la medida que el Estado contribuya a hacer efectiva la justicia, la búsqueda de la verdad, y mantener la memoria histórica de los hechos, se logrará romper los ciclos de violencia.
“Mantener esa memoria, buscar la verdad, hacer justicia, reparar el daño y garantizar que no vuelva a suceder. Todo eso es vital para la construcción de paz”, agregó Jean Mendieta quien criticó que en Acapulco se niega a reconocer la violencia por temor a que el turismo deje de venir; “pero todo esto es vital para la paz, sólo acompañando a las víctimas en este proceso de verdad, justicia y sanación se podrá empezar a hablar de reconciliación”, advirtió.
El evento de presentación de los Manuales para el Acompañamiento de víctimas de la Violencia, “Artesanos de Paz”, estuvo encabezad por el arzobispo de Acapulco, Monseñor Leopoldo González González quien explicó que dichos documentos servirán para dar una mejor capacitación de los voluntarios a participar en el acompañamiento a víctimas de la violencia.
El programa que nació en 2012 como un proyecto piloto, apoyado por Cáritas Colombia, cuenta ya con 19 Centros de Escucha y diversos programas y talleres que atienden la problemática de las violencias tanto en mujeres como en niños, jóvenes y adultos, en todos sus tipos: familiar, sexual y criminal tanto en Acapulco, como en la Costa Grande y la Costa Chica.
Todo ello gracias a la participación de 200 facilitadores que absorben el presupuesto oficial de 500 a 900 mil pesos anuales proporcionados por Cataholic Relief Services (CRS), y al generoso apoyo de voluntarios y parroquias que hacen incuantificable el monto de los recursos que se aplican ahora en el programa ampliado de Atención Integral a las Víctimas de las Violencias, como lo informó la representante de CRS, Cecilia Suárez.
El arzobispo informó que los manuales resumen la experiencia de la aplicación del Programa Atención a Víctimas de la Violencia a lo largo de diez años y convocó a los agentes de pastoral y a quienes quieran acercarse a la capacitación para el acompañamiento a víctimas, a sumarse al esfuerzo.
Informó que en su Sexto Plan Diocesano Pastoral, se recalca que la paz no puede construirse sin la atención integral de quienes han sido víctimas de la violencia, y que sigue siendo esa su tarea prioritaria. En el evento estuvo presente también el coordinador de Cáritas y de la Pastoral Social, sacerdote Leonardo Morales Gutiérrez y la Coordinadora Diocesana, María Elena Valente Díaz.
